Nuestro proceso educativo implica ir trascendiendo las separaciones implícitas en nuestra formación cultural. Esa tendencia de ver la realidad por parcelas en una perniciosa dicotomía: Lo negro o lo blanco, lo bueno o lo malo, el jefe o el obrero, el productor o el consumidor, la empresa o sus clientes.

En el caso de nuestros servicios, se trata de un esfuerzo permanente de empatía comunitaria, de transcender esa frontera entre el que sirve y el que es servido. Un esfuerzo que implica ser consecuentes con nuestros fundamentos éticos, siendo fiel a la palabra empeñada.

Desde la época del servicio cooperativo de transporte, nuestras actividades están abiertas a la participación de todas las personas. Este servicio nació y se gestionó con una amplia participación comunitaria. Y hasta las últimas consecuencias nos mantuvimos fiel a la palabra empeñada en cuanto al precio del pasaje. Al final, el gobierno de turno, tuvo que confiscarnos los autobuses para aumentar ellos mismos la tarifa.

Durante los años de la escasez de víveres, mientras la mayoría de los negocios salían de la mercancía rápidamente, en la red Cecosesola lo poco que había lo compartíamos entre todos y todas, incluyendo, por supuesto, a los que colaboramos diariamente en mantener el servicio. Podría ser un kilo de pasta, de harina o arroz.

Cuando el apagón eléctrico de 5 días, sin puntos de venta funcionando y sin efectivo para comprar, los expendidos de comida cerraron temiendo saqueos. Nosotros nos mantuvimos abiertos y fiamos más de 100 toneladas de verduras. Para muchos esta fue su única posibilidad para alimentar a su familia.

Todo esto es coherente con una visión inclusiva. No nos concebimos como servidores de otras personas sino como parte integral de nuestro entorno, Vamos todos y todas siendo comunidad. Esto se refleja también en el esfuerzo permanente que hacemos para responder a las necesidades más sentidas. En este momento, con la gran mayoría atravesando devastadoras penurias económicas, nuestra inventiva y creatividad se esfuerza como nunca para garantizar que los precios de nuestros servicios estén económicamente lo más bajo posible.

De manera que no es de extrañar que una encuesta del año 2018, realizada por el Centro Gumilla y financiada por la Universidad Católica Andrés Bello, determinara que el 90% de los encuestados en nuestra ciudad respondió que, si alguien intentara perjudicar a Cecosesola, la apoyaría con todo o que haría cualquier cosa para defenderla.